Veamos la figura 1, bajo estas líneas, donde aparece el principio enunciado por Arquímedes. En la figura hemos rodeado con una cuerda cerrada los conceptos relevantes que intervienen en la proposición: Todo cuerpo total o parcialmente sumergido en un líquido experimenta un empuje vertical y hacia arriba que es igual al peso del volumen del líquido que desaloja.
A continuación pasamos al punto de nuestro programa que presenta mayor dificultad que consiste en presentar el problema de una forma atractiva de manera que en este caso, la flotación, provoque el interés de los alumnos.
Dependiendo de la edad se puede elegir, para contextualizar el enunciado de nuestro problema, una historia sobre el submarino de Peral, el pasaje de la Odisea en que Ulises describe las piedras flotantes, un viaje en globo, o la historia de Arquímedes y el rey Herón. Lo fundamental es que, a partir de esta presentación, se centre el problema y se plantee la pregunta: ¿cual es la razón por la que unos cuerpos flotan y otros se hunden, y algunos queden sumergidos sin moverse?
Continuemos con ello en la página siguiente.