Las Mareas

Marea baja en Combarro, Pontevedra. En el muro a la izquierda de la imagen se ven evidencias de la marea alta

A continuación estudiaremos otro fenómeno asociado al movimiento lunar: las mareas.

El primero que explicó correctamente la razón física de la existencia de las mareas fue Isaac Newton. Sin embargo, ya Galileo había confeccionado una explicación que, aunque plausible, era errónea, porque no tenía en cuenta el efecto de la Luna. La resumimos a continuación:

Galileo se apoyaba en el modelo copernicano, en el que el Sol estaba en el centro del universo. Pensaba Galileo que si la Tierra giraba en torno al Sol (movimiento responsable del año solar) debía girar también en torno a sí misma (para producir el día y la noche). Y éste era un movimiento difícil de demostrar.

Uno de los principales argumentos de Galileo para demostrar el giro de la Tierra era la existencia de las mareas. Como la Tierra gira en torno al Sol y a la vez sobre sí misma, a veces ambas velocidades se suman y otras veces, doce horas después, se restan. Estos cambios de velocidad, que actúan como frenazos y acelerones de la superficie terrestre, producirían, según Galileo, los movimientos del agua del mar conocidos como mareas. Pero esta explicación, aunque plausible, como corresponde al ingenio de su inventor, es falsa. Como hemos dicho, a Galileo le faltó tener en cuenta un ingrediente fundamental que interviene en el fenómeno de las mareas: la Luna. El primero que explicó correctamente la razón física de las mareas fue Isaac Newton. Más tarde Laplace resolvería el problema al considerar los modos de excitación de los océanos.

Sabemos que las mareas consisten en dos protuberancias que presenta la superficie del agua de los mares en los extremos del diámetro de la Tierra en la dirección del diámetro terrestre que apunta a la Luna

Figuras 2 y 3: Las mareas están alineadas con la luna. La distancia del centro de gravedad de la Luna a la superficie de la Tierra del lado opuesto es mayor que a cualquier otro punto de su superficie

Podemos pensar que es ésta la que, al atraer el agua de los mares, produce un aumento de su nivel.

Esto explicaría fácilmente la aparición de una de las mareas diarias que se observan: la Luna atrae con mayor fuerza al agua que está más cercana a su centro de gravedad. Pero, ¿y la marea del lado opuesto? La razón por la que, a la misma vez, se produce una marea alta en el lado opuesto de la Tierra es un poco más complicada. 

En la figura siguiente podemos apreciar que la distancia del centro de gravedad de la Luna a la superficie de la Tierra del lado opuesto es mayor que a cualquier otro punto de su superficie. Por ello la fuerza de atracción que ejerce sobre el agua situada en el resto de la superficie de la Tierra es mayor. Aparece así una diferencia de fuerza que se puede entender como una diferencia de peso del agua:

Pesa menos el agua cuanto más alejado está de la Luna y, por lo tanto, se eleva sobre la posición que tendría si no existiese esa fuerza. El resultado es la aparición de dos mareas altas simultáneas en ambos lados del diámetro de la Tierra que se dirige a la Luna

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Veamos en la página siguiente qué son las mareas vivas y las mareas muertas.

Puedes ampliar la información sobre los temas tratados en esta sala visitando: La Tierra en el Universo



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Astronomía cotidiana. (2007). Sala de Astronomía. Museo Virtual de la Ciencia del CSIC.
 Autores: José María López Sancho / Mª Carmen Refolio Refolio / Esteban Moreno Gómez
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