Bela Szilard nació en 1884 y se licenció en Farmacia en Budapest en 1904.
En 1905 publicó un libro sobre la radiactividad del radio y en 1907 comenzó a trabajar, como becario, en el laboratorio de los Curie.
A la vez que realizaba trabajos de investigación, fundó una sociedad dedicada al diseño y fabricación de aparatos de medida de muy bajas corrientes, pero básicos en la determinación de la actividad de las sustancias radiactivas. El Laboratoire de Produits Radioactives, produjo diversos modelos de electrómetros cuyas principales características eran la baja capacidad del elemento de medida, su facilidad de calibración y, en algunos casos, el hecho de que fuesen portátiles.
Al iniciarse la Primera Guerra Mundial Szilard decide exilarse de Francia, probablemente debido a la imposibilidad de seguir con sus actividades de investigación y producción de aparatos científicos.
A finales de 1916 viaja a Barcelona, donde pronuncia una serie de conferencias sobre la aplicación de la radiactividad a la prevención de fuegos producidos, por la electricidad estática, en las fábricas textiles, aumentando la conductividad del aire. En ese mismo viaje visita el Instituto de Radiactividad de Madrid, posiblemente para solicitar un puesto de trabajo a su director Muñoz del Castillo.
Muñoz, que no dispone en ese momento de medios para contratarlo, pide al secretario de la JAE que financie la estancia de Bela Szilard. Como resultado de esta petición el secretario de la JAE, José Castillejo, pide ayuda a Blas Cabrera que, aunque no coincide con la dirección científica del Instituto, conoce la trayectoria científica del investigador húngaro y aconseja la concesión de la ayuda.
Como resultado, Szilard se incorpora al Instituto de Radiactividad, pero pronto centra su trabajo en el diseño de algunos electrómetros (Figura 1), que se publican el Boletín del Instituto de Radiactividad y construidos en el laboratorio de Automática de Torres Quevedo. Su calibración la realizó su autor en el Instituto de Radiactividad.
Una de las principales dificultades para realizar trabajos de campo en radiactividad era la extraordinaria dificultad de la puesta a punto de un electrómetro y la poca sensibilidad de los electroscopios portátiles. Szilar desarrollo un instrumento con el que se descubrió la mina de pechblenda de Monesterio, en Badajoz.
En 1920 volvió a Paris, donde permaneció hasta su muerte, en 1926, a los 42 años.
J.M. López Sancho IFF-CSIC.