A continuación aplicaremos a cada una de las cuatro configuraciones de genotipos del paso anterior de nuestro experiemento la regla de la dominancia, puesto que se trata de individuos heterocigóticos. El resultado es el que se representa en la imagen, completamente coincidente con el experimento correspondiente (Figura 1).
El paso siguiente en nuestro proceso de comprobar las predicciones del modelo, es el de estudiar el caso de los cuatro tipos de descendientes de los híbridos de la F1. Los distinguimos, como hicimos en el caso real, con una denominación especial, G1, G2, G3 y e, y procedemos a predecir la descendencia que tendrían por autofecundación.
El caso de los dos individuos homocigóticos es claro. El tipo G3 produce gigantes puros, homocigóticos. El tipo e produce enanos puros, homocigóticos. Y los tipos G1 y G2 producen los tres tipos de descendientes que ya conocemos: el 25% de gigantes homocigóticos, el 50% de gigantes heterocigóticos y el 25% de enanos homocigóticos (como vemos en la Figura 2).
Todo de acuerdo con el experimento.